LEY DE LA CONCILIACION LABORAL Y FAMILIAR
miércoles, 3 de septiembre de 2014
GUIA DE SERVICIOS DE COMISIONES OBRERAS
Aqui os dejo el enlace a la guia de servicios de CCOO para afiliados.
Esta guia la actualizan cada dos por tres pero no hay problema porque este enlace es el de la pagina oficial de CCOO y aqui se pueden ver las ofertas y servicios actualizados.
http://servicios.ccoo.es/servicios/
Esta guia la actualizan cada dos por tres pero no hay problema porque este enlace es el de la pagina oficial de CCOO y aqui se pueden ver las ofertas y servicios actualizados.
http://servicios.ccoo.es/servicios/
viernes, 22 de agosto de 2014
LEY DE JUBILACIÓN PARCIAL
Este enlace os llevara al BOE que modifica la legislación en relación a la jubilación parcial y anticipada. La ley a la que modifica también la podéis buscar en el BOE.
http://www.boe.es/boe/dias/2013/03/16/pdfs/BOE-A-2013-2874.pdf
http://www.boe.es/boe/dias/2013/03/16/pdfs/BOE-A-2013-2874.pdf
GRADOS DE PARENTESCO O CONSANGUINIDAD Y AFINIDAD
GRADOS DE PARENTESCO: CONSANGUINIDAD Y AFINIDAD.
El parentesco de una persona respecto de otra se determina por el número de
generaciones que las separan. Cada generación es un grado y la sucesión
de grados forma la “línea de sucesión”.
La línea de sucesión puede ser recta o directa, formada por personas que
ascienden o descienden unas de otras (abuelos, padres, hijos, nietos), o
colateral, formada por personas que proceden de un mismo tronco común
(hermanos, tíos, sobrinos).
La línea puede ser también descendiente, liga a una persona con aquel las
que descienden de él (abuelos, padres, hijos, nietos) o ascendente, liga a
una persona con aquellos de los que desciende (nietos, padres, abuelos).
El cómputo de los grados de parentesco se real iza de forma distinta según la
línea de sucesión:
En la línea recta o directa: Los grados se cuentan subiendo hasta el ascendiente o
descendiente común dependiendo de si la línea es ascendente o descendente. Así, en
línea ascendente, el hijo dista un grado del padre, dos del abuelo y tres del bisabuelo;
en la línea descendente, el abuelo dista un grado del padre, dos del nieto y tres del
biznieto.
El la línea colateral: Los grados se cuentan subiendo en primer lugar hasta el tronco
común (como en la línea recta) y, en segundo lugar, descendiendo hasta la persona
respecto de la que se pretenda establecer el grado de parentesco. Así, el hermano
dista dos grados del hermano (el primer grado sería el padre en línea recta que
constituiría el tronco común, y el segundo sería el hermano que, como hijo, dista del
padre otro grado), tres del tío (el primer grado sería el padre, el segundo el abuelo y el
tercero el hijo del abuelo, esto es, el tío), cuatro del primo (el primero sería el padre, el
segundo el abuelo, el tercero el tío y el cuarto el primo).
También debe distinguirse entre el parentesco por consanguinidad y el
parentesco por afinidad. El primero se da respecto de la propia familia, y el
segundo respecto de la familia del cónyuge, computándose los grados de la
misma forma.
En el siguiente cuadro se reflejan los grados de parentesco, tanto por línea
recta o directa y colateral, como por consanguinidad y afinidad.
Grados Titular/Cónyuge
1º Padre/Madre Suegro/Suegra Hijo/Hija Yerno/Nuera
2º Abuelo/Abuela Hermano/Hermana Cuñado/Cuñada Nieto/Nieta
3º Bisabuelo/Bisabuela Tío/Tía Sobrino/Sobrina Biznieto/Biznieta
4º Primo/Prima ---- ---- ----
MOBBING O ACOSO LABORAL
MOBBING O ACOSO LABORAL
Tal vez a muchos de ustedes no les suene mucho el nombre, pero a lo mejor
después de leer este artículo se sienta víctima de él. El mobbing consiste en un acoso
que tiene lugar en el terreno laboral, y en el que la persona afectada sufre una
persecución por parte de un superior, un subordinado o alguno o varios compañeros
(con el consentimiento de los demás). Esta situación produce en la persona
significativos trastornos tanto a nivel físico como psicológico.
Lo que busca el acosador con este comportamiento es anular al trabajador de tal
forma que a medio o largo plazo, éste se despida de la empresa. Para ello utiliza todo
tipo de técnicas. Suele comenzar atacando sus canales comunicativos, es decir, empieza
por dejar de dirigirse a él o ignorarlo completamente, e impide que sus compañeros se
relacionen con él o le hablen, y que él tampoco pueda interactuar con sus compañeros
llegando incluso a proporcionarle una nueva ubicación en el lugar de trabajo, más
alejado y aislado. Para que el abandono sea completo puede llegar incluso a impedirle
que use otras formas de comunicación como el teléfono o el ordenador. La víctima no
obtiene por parte del acosador u acosadores ningún motivo para este comportamiento,
que en muchas ocasiones es incluso negado por parte de los hostigadores. La persona así
siente que no le queda ninguna opción para solucionar el problema a través de un
diálogo.
El ataque sigue por sus capacidades profesionales. Empiezan criticando su
trabajo, poniendo en duda sus posibilidades, dejan de encargarle algunas tareas, o
también pueden hacer lo contrario, es decir, pedir una labor que sea excesivamente
complicada o extensa para la preparación de ese trabajador o para el plazo que tiene para
realizarla. Así mismo puede darle datos incorrectos para que haga mal el trabajo, o
encargarle cosas que no sirvan para nada. De este modo su desempeño laboral siempre
estará en entredicho y será evaluado negativamente, lo que produce en la víctima un
sentimiento de impotencia, de frustración y de inutilidad que destruye su autoestima.
La persona puede ser rechazada por motivos personales, como las creencias
religiosas o políticas, el color de la piel, el sexo, la condición social, el aspecto, etc.
Suelen reírse abiertamente de ellos y animan a los demás para que también lo hagan. Les
ponen motes para no dirigirse a ellos por su nombre, les gritan o insultan. En definitiva
los ataques son variados y a todos los aspectos de la persona que sean necesarios para
destruirla y anularla profesionalmente, moralmente y psíquicamente.
Los acosadores no siempre son las personas que están laboralmente por encima
de los trabajadores, aunque si es el más frecuente. Este, de hecho es sólo un tipo de
mobbing, el llamado descendente. Pero también existen otros tipos. El mobbing
ascendente es cuando un trabajador de nivel jerárquico superior se ve agredido por uno
o varios de sus empleados; y tenemos también el mobbing horizontal que se produce
cuando el acoso laboral proviene de compañeros que están al mismo nivel que el
acosado.
Pero, ¿porqué una persona ataca a otra de este modo? Los acosadores ponen en
marcha esta maquinaria demoledora por distintas razones, entre las que podemos
destacar los celos, la envidia, no sólo centrada esta última sobre los bienes materiales de
la víctima, sino sobre las cualidades personales positivas de la misma, como puede ser
su inteligencia, su brillantez personal, su ecuanimidad, etc. El acosador puede ver
amenazada su permanencia en la empresa a largo plazo y decide eliminar la
competencia; es consciente de sus limitaciones y sus deficiencias profesionales y temen
perder tanto su puesto como los privilegios de los que disfruta en el campo laboral.
Envidian la capacidad de su víctima y al mismo tiempo la temen por su capacidad de
dejar al descubierto sus carencias. La persona afectada, por tanto, no tiene porqué ser
una persona débil. Al contrario, a veces sufren este acoso por enfrentarse a su agresor.
Suelen ser personas inteligentes, trabajadoras, carismáticas y eficientes, nada que ver
con la imagen que el acosador quiere dar de su presa.
Si nos encontramos ante esta situación, lo primero que debemos hacer es
recuperar la comunicación perdida con los compañeros y buscar apoyos y protección,
informando a quienes podamos de la situación que estamos viviendo. Hay que
reconocer ante nosotros mismos también que tenemos este problema, y que tal vez esa
depresión que atravesamos sea consecuencia del acoso laboral. El segundo paso es
denunciar ante cualquiera de las organizaciones especialistas en el tema, tu abogado o
representante sindical, que te informarán sobre tus derechos y te orientarán en los pasos
a seguir. Es importante buscar aliados en tu causa, encontrar a alguien que haya visto la
situación que tú has vivido y que esté dispuesto a solidarizarse contigo. En cuanto al
acosador, una vez reconocido el problema, has de mantenerte firme, ya que el acosador
se crece ante la cobardía y la falta de decisión de su víctima y si nota una actitud de
entereza puede tambalearse. No hay que olvidar que en el fondo nos teme y nos envidia.
Y hay que evitar sentir odio y rencor, porque no es algo personal. Hay que
centrarse en lo que originó la situación, tu gran potencial y tus enormes cualidades, y
pensar que una vez resuelto el problema nos espera un gran futuro profesional. Así que
poco a poco la situación puede resolverse, hay que animarse y recobrar la confianza en
uno mismo, tenemos todas las posibilidades para salir adelante y seguramente lo mejor
está por llegar.
Tal vez a muchos de ustedes no les suene mucho el nombre, pero a lo mejor
después de leer este artículo se sienta víctima de él. El mobbing consiste en un acoso
que tiene lugar en el terreno laboral, y en el que la persona afectada sufre una
persecución por parte de un superior, un subordinado o alguno o varios compañeros
(con el consentimiento de los demás). Esta situación produce en la persona
significativos trastornos tanto a nivel físico como psicológico.
Lo que busca el acosador con este comportamiento es anular al trabajador de tal
forma que a medio o largo plazo, éste se despida de la empresa. Para ello utiliza todo
tipo de técnicas. Suele comenzar atacando sus canales comunicativos, es decir, empieza
por dejar de dirigirse a él o ignorarlo completamente, e impide que sus compañeros se
relacionen con él o le hablen, y que él tampoco pueda interactuar con sus compañeros
llegando incluso a proporcionarle una nueva ubicación en el lugar de trabajo, más
alejado y aislado. Para que el abandono sea completo puede llegar incluso a impedirle
que use otras formas de comunicación como el teléfono o el ordenador. La víctima no
obtiene por parte del acosador u acosadores ningún motivo para este comportamiento,
que en muchas ocasiones es incluso negado por parte de los hostigadores. La persona así
siente que no le queda ninguna opción para solucionar el problema a través de un
diálogo.
El ataque sigue por sus capacidades profesionales. Empiezan criticando su
trabajo, poniendo en duda sus posibilidades, dejan de encargarle algunas tareas, o
también pueden hacer lo contrario, es decir, pedir una labor que sea excesivamente
complicada o extensa para la preparación de ese trabajador o para el plazo que tiene para
realizarla. Así mismo puede darle datos incorrectos para que haga mal el trabajo, o
encargarle cosas que no sirvan para nada. De este modo su desempeño laboral siempre
estará en entredicho y será evaluado negativamente, lo que produce en la víctima un
sentimiento de impotencia, de frustración y de inutilidad que destruye su autoestima.
La persona puede ser rechazada por motivos personales, como las creencias
religiosas o políticas, el color de la piel, el sexo, la condición social, el aspecto, etc.
Suelen reírse abiertamente de ellos y animan a los demás para que también lo hagan. Les
ponen motes para no dirigirse a ellos por su nombre, les gritan o insultan. En definitiva
los ataques son variados y a todos los aspectos de la persona que sean necesarios para
destruirla y anularla profesionalmente, moralmente y psíquicamente.
Los acosadores no siempre son las personas que están laboralmente por encima
de los trabajadores, aunque si es el más frecuente. Este, de hecho es sólo un tipo de
mobbing, el llamado descendente. Pero también existen otros tipos. El mobbing
ascendente es cuando un trabajador de nivel jerárquico superior se ve agredido por uno
o varios de sus empleados; y tenemos también el mobbing horizontal que se produce
cuando el acoso laboral proviene de compañeros que están al mismo nivel que el
acosado.
Pero, ¿porqué una persona ataca a otra de este modo? Los acosadores ponen en
marcha esta maquinaria demoledora por distintas razones, entre las que podemos
destacar los celos, la envidia, no sólo centrada esta última sobre los bienes materiales de
la víctima, sino sobre las cualidades personales positivas de la misma, como puede ser
su inteligencia, su brillantez personal, su ecuanimidad, etc. El acosador puede ver
amenazada su permanencia en la empresa a largo plazo y decide eliminar la
competencia; es consciente de sus limitaciones y sus deficiencias profesionales y temen
perder tanto su puesto como los privilegios de los que disfruta en el campo laboral.
Envidian la capacidad de su víctima y al mismo tiempo la temen por su capacidad de
dejar al descubierto sus carencias. La persona afectada, por tanto, no tiene porqué ser
una persona débil. Al contrario, a veces sufren este acoso por enfrentarse a su agresor.
Suelen ser personas inteligentes, trabajadoras, carismáticas y eficientes, nada que ver
con la imagen que el acosador quiere dar de su presa.
Si nos encontramos ante esta situación, lo primero que debemos hacer es
recuperar la comunicación perdida con los compañeros y buscar apoyos y protección,
informando a quienes podamos de la situación que estamos viviendo. Hay que
reconocer ante nosotros mismos también que tenemos este problema, y que tal vez esa
depresión que atravesamos sea consecuencia del acoso laboral. El segundo paso es
denunciar ante cualquiera de las organizaciones especialistas en el tema, tu abogado o
representante sindical, que te informarán sobre tus derechos y te orientarán en los pasos
a seguir. Es importante buscar aliados en tu causa, encontrar a alguien que haya visto la
situación que tú has vivido y que esté dispuesto a solidarizarse contigo. En cuanto al
acosador, una vez reconocido el problema, has de mantenerte firme, ya que el acosador
se crece ante la cobardía y la falta de decisión de su víctima y si nota una actitud de
entereza puede tambalearse. No hay que olvidar que en el fondo nos teme y nos envidia.
Y hay que evitar sentir odio y rencor, porque no es algo personal. Hay que
centrarse en lo que originó la situación, tu gran potencial y tus enormes cualidades, y
pensar que una vez resuelto el problema nos espera un gran futuro profesional. Así que
poco a poco la situación puede resolverse, hay que animarse y recobrar la confianza en
uno mismo, tenemos todas las posibilidades para salir adelante y seguramente lo mejor
está por llegar.
martes, 19 de agosto de 2014
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